lunes, 1 de junio de 2009

El procompañero De Narváez y las terceras presidencias


Hace unos días, en un reportaje, al compañero properonista Francisco De Narváez se le preguntó cuál de las presidencias de Menem le había parecido mejor. Seguramente habiendo cometido un fallido, respondió que le había parecido mejor "la tercera de Perón", ante lo que se corrigió rápidamente: "la tercera de Perón y la tercera de Menem". Por si quedaban dudas, el periodista repreguntó, y De Narváez re-respondió.

A veces, ante ciertas respuestas tan reveladoras, uno no está demasiado seguro de que lo que estén revelando sea una profunda ignorancia, o un profundo arraigo a ciertas ideas...


A ver… vamos a hacer un poco de buena memoria, a ver si comprendemos mejor la respuesta del procompañero.
En 1944 el Ministro de Guerra y Vicepresidente Juan Domingo Perón ya planteaba la necesidad de integrar al obrero al sistema como un consumidor y, de esa manera alejarlo de la influencia revolucionaria. En sus palabras se evidenciaba su pensamiento político, producto de influencias muy diversas que iban desde el nacionalismo católico, el falangismo español y el fascismo hasta el socialismo. A raíz de la creciente preocupación que generaban sus palabras y sus acciones, fue obligado a renunciar a principios de octubre de 1945 y detenido y trasladado a Martín García. El 17 de octubre miles de trabajadores provenientes del cordón industrial del Gran Buenos Aires ocuparon la Plaza de Mayo decididos a no moverse hasta que Perón apareciera en los balcones de la Casa Rosada. Por la noche finalmente el Coronel pudo estrenar su saludo con los brazos en alto. Perón se había impuesto y ya ocupaba un lugar destacado en la política nacional.
Pocos días después, ocurrieron dos hechos significativos para la historia del peronismo: la creación del Partido Laborista por parte de los sindicatos peronistas para lanzar la candidatura de Perón y el casamiento de Perón –por entonces viudo- con Eva Duarte, una joven actriz de radio que vivía con Perón desde hacía algunos meses.
Mientras Perón organizaba sus fuerzas partidarias con el Partido Laborista, la U.C.R, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Progresista y el Partido Comunista constituyeron la Unión Democrática, con el apoyo de la Sociedad Rural, la Unión Industrial, la Bolsa de Comercio y el embajador de los EEUU, Spruille Braden. La candidatura de Perón, por su parte, fue apoyada por los sindicatos, por sectores militares y por la Iglesia Católica.
En las elecciones de febrero de 1946, Perón se impuso obteniendo casi los dos tercios de la Cámara de Diputados, la mayoría de los puestos del Senado y casi todas las gobernaciones provinciales. Entre sus primeras medidas modificó los mecanismos de gobierno del poder ejecutivo para optimizar la coordinación de los trabajos y controlar personalmente los organismos claves, para lo que creó el Consejo Federal de Coordinación, el Consejo Coordinador de Investigaciones, Estadísticas y Censos, los ministerios de Asuntos Técnicos y Asuntos Políticos, reorganizó los viejos ministerios y creó nuevas secretarias dándoles a sus responsables rango ministerial.
El Plan Quinquenal constituyó el programa de gobierno. Constaba de cuatro aspectos fundamentales para su éxito:
1- Prever las necesidades de materia prima de origen nacional, combustibles, energía eléctrica (hidráulica y térmica) maquinarias y transportes.
2- Conocimiento y verificación del estado y eficiencia de los sistemas de explotación, producción y distribución de esos elementos.
3- Desarrollar el programa mínimo de inversiones y obras necesarios para asegurar los suministros de materias primas, energía y combustible y desarrollar así la industria y agricultura.
4- Descentralizar la industria, diversificar la producción, crear fuentes de energía, vías de comunicación, medios de transporte y aumentar los mercados consumidores.
Se incluyeron también una serie de medidas para reformar la educación en todos los niveles, organizar la sanidad y los servicios públicos.
Con el Banco Central recién nacionalizado obtuvo el control de cambios, la emisión de 250 millones de pesos en bonos del Tesoro y la creación del IAPI (Instituto Argentino de Promoción de Intercambio), medidas todas realizadas para obtener la financiación del plan quinquenal.
En mayo de 1947 se realizó el Cuarto Censo Nacional que contó una población total de 15.893.827 habitantes.
Otro aspecto importante que caracterizó el primer gobierno peronista fue la nacionalización de los Servicios Públicos: una de las primeras operaciones fue la compra de los ferrocarriles a Gran Bretaña. También pasó subsidiaria de la ITT y conocida popularmente como la Unión Telefónica, que se constituyó como una sociedad mixta llamada Empresa Mixta Telefónica Argentina (EMTA). Otro problema a resolver lo constituyeron los transportes urbanos, que se encontraban monopolizados desde 1936 por empresas británicas; el estado se convirtió en su principal accionista y en 1946 las líneas de colectivos y troles fueron expropiadas. En junio de 1948 se creó la Secretaría de Transportes que adquirió con la Constitución de 1949 el rango de ministerio y desde 1951 se decidió iniciar la privatización de algunas líneas para superar el déficit en la atención de usuarios.
La política energética fue dirigida desde la Dirección Nacional de Energía, creada en 1943, quen coordinó la creación en 1946 de cuatro entidades: Gas del Estado, Combustibles Sólidos y Minerales, Centrales Eléctricas del Estado y Combustibles Vegetales y Derivados. Durante 1947 se fusionaron Centrales Eléctricas del Estado y la Dirección General de Irrigación para dar nacimiento a Agua y Energía Eléctrica obtener energía barata y favorecer la industrialización. Se construyeron diques con sus respectivas centrales hidroeléctricas como el Escaba en Tucumán, el Nihuil en Mendoza, Los Quiroga en Santiago del Estero y seis diques con usinas en Córdoba, seis en Catamarca, cuatro en Río Negro y tres en Mendoza, usinas térmicas en Mar del Plata, Mendoza, Río Negro y Tucumán. En 1943 Argentina tenía una potencia instalada en centrales de 45.000 kilovatios pasando en 1952 a producir 350.000 kilovatios.
Otro de los proyectos energéticos fue la explotación del yacimiento carbonífero de Río Turbio, que se inició en 1947, para lo que debieron construirse caminos, puentes, usinas, viviendas, traerse maquinarias y tenderse líneas férreas para unir Río Turbio con el puerto de Río Gallegos.
También se construyó entre 1947 y 1949 el gasoducto que unió Comodoro Rivadavia con Buenos Aires, en ese momento el más largo del mundo. Permitió aprovechar el gas que escapaba de los pozos petroleros y suspender la compra de carbón de hulla importado para fabricarlo.
En materia de explotación petrolera se renovó la flota de buques tanque para transporte y se construyó uno nacional, el Figueroa Alcorta. Se exploraron nuevas zonas y se descubrió petróleo en Neuquén, Salta, Tierra del Fuego y Mendoza. También se puso en funcionamiento la destilería de La Plata.
En 1946 se inició la renovación de la Flota Mercante del estado con la compra de tres buques a Italia y la compra de la Compañía de Navegación Dodero, lo que permitió que un importante porcentaje del comercio costero se realizara con la flota argentina.
En 1950 se creó una empresa estatal de vuelos, Aerolíneas Argentinas, que monopolizó el cabotaje y realizó viajes a Nuevas York Europa y se construyó el aeropuerto internacional de Ezeiza Ministro Pistarini.
Se desarrolló un importante plan de obras públicas cuyas actividades fueron coordinadas por el ministro de Obras Públicas general Juan Pistarini y por el Banco Hipotecario Nacional. Su actividad se centró especialmente en la construcción de viviendas para solucionar el déficit habitacional revelado por el censo. Se implementó un sistema de préstamos de dinero en efectivo con un bajo interés anual y garantizados mediante una hipoteca. Otra de las funciones del BHN fue la Administración Nacional de la Vivienda, encargada de la construcción de monobloques.
Ademá del aeropuerto de Ezeiza, se construyó una zona de esparcimiento compuesta por tres hoteles y seis piscinas. En una segunda etapa se realizaron hoteles turísticos en Corrientes, Paso de los Libres, Comodoro Rivadavia, Bariloche y San Luis, dos colonias de vacaciones con seis hoteles en Chapadmalal y Embalse de Río Tercero.
Impulsado por la Fundación Eva Perón se construyeron 1.000 escuelas en todo el país y otras importantes obras de asistencia social.
El 08 de septiembre de 1947 se sancionó de 1947 la ley 13.010 del voto femenino, por medio del cual las mujeres obtuvieron los mismos derechos políticos que los hombres y quedaron sujetas a las mismas obligaciones cívicas, debiendo ser empadronadas y documentadas mediante la libreta cívica.
Se completó el sistema de jubilaciones beneficiando a trabajadores independientes, empresarios y profesionales. Se estableció en 1948 un fondo para pensionar a personas sin recursos no acogidas en el sistema jubilatorio y también se legisló sobre la pensión para viudas. En el curso de 1946 se consiguió por primera vez la efectivización del pago del aguinaldo (decreto 33.302 de 1945) que fue muy resistido por los empresarios.
Se crearon y se pusieron en funcionamiento los primeros juzgados laborales. Inicialmente inclinaron la balanza en favor del obrero pero luego mejoraron su funcionamiento y adquirieron respetabilidad.
Se legisló sobre el peón rural y se reglamentaron las convenciones colectivas de trabajo reconociendo así el grado de evolución en la organización sindical del proletariado.
En política internacional el objetivo primordial fue reconquistar una posición internacional satisfactoria para la Argentina y mantener una postura equidistante de los bloques que lideraban Estados Unidos y la Unión Soviética a la que se llamó Tercera Posición.
El punto de partida de esa rehabilitación lo constituyó la firma por parte de Argentina del Acta de Chapultepec (1945) por medio de la cual se reanudaban las relaciones con los países americanos.
En 1947 sesionó en Río de Janeiro la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores, conocida como Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad del Continente. Allí se firmó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, con la participación de todos los estados americanos excepto Ecuador y Nicaragua. Se estableció la zona de seguridad continental desde el Polo Norte hasta el Polo Sur incluyéndose las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
En abril de 1948 sesionó en Bogotá la IX Conferencia Interamericana que buscaba encontrar estructura de la Organización de Estados Americanos, OEA. La delegación argentina presidida por el canciller Bramuglia se opuso a que la OEA se constituyera en un superestado que limitara la soberanía de las partes.
Durante 1948 y 1949 se suscribieron más de veinte convenios bilaterales con Europa, Asia y América, destacándose el convenio ANDES (febrero de 1948) con Gran Bretaña que establecía el pago de los ferrocarriles con exportaciones de ese año y la liberación de los saldos bloqueados en Londres aunque no podían usarse fuera del área de la libra esterlina, la compra los ingleses de carbón, petróleo, acero y productos químicos. Este convenio fue renovado anualmente hasta 1955. Con España suscribimos en abril de 1948 otro convenio por el que les otorgábamos un crédito de 1750 millones de pesos pagaderos en pesetas con cuatro de plazo y les asegurábamos la provisión de trigo y la compra de barcos mercantes.
En 1950 se evidenció una preocupante situación económica causada por la exclusión del plan Marshall, además durante dos años seguidos hubo una gran sequía que redujo el área cultivable, también el desmesurado aumento del gasto público fruto de las nacionalizaciones agotaron las divisas. Se hizo necesario recurrir a un préstamo de Estado Unidos por 125 millones de dólares.
En agosto de 1951 el Congreso sancionó la ley que incorporaba con el carácter de provincias a los territorios nacionales de el Chaco, La Pampa y Misiones.

El 03 de septiembre de 1948 Perón anunció al país la próxima reforma de la Constitución Nacional. El 24 de enero de 1949 quedó constituida la Convención Reformadora, y el 09 de marzo de 1949 se aprobaron las reformas propuestas, luego del abandono del de la Convención por parte de la oposición. Se incluyeron los derechos del trabajador, la familia y la ancianidad, el derecho a la propiedad privada con una función social y el capital al servicio de la economía nacional. Por el artículo 40 se nacionalizaban los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas y las demás fuentes de energía exceptuando los vegetales. Nacionalizaba también los servicios públicos y prohibía su enajenación o concesión a particulares. No estableció un monopolio rígido estatal sino que prohibió el lucro privado permitiendo sociedades mixtas o cooperativas. En el plano político permitía la reelección presidencial y constituía también a la Suprema Corte de Justicia como un tribunal de casación.

A pesar de los esfuerzos, no se logró transformar a la industria en la principal fuente de ingresos del estado, cuyas divisas seguían proviniendo de la exportación de granos y carnes, por lo que dos malas cosechas consecutivas fueron la gota que rebasó una difícil situación internacional con mercados cerrados y un fuerte boicot norteamericano contra nuestro país, lo que obligó a Perón a replantear su política económica. El Segundo Plan Quinquenal planteaba volver a una economía más tradicional y la aplicación de ajustes en los salarios y las políticas sociales. Las bases del modelo peronista comenzaban a tambalear.



Si consideramos que el peronismo, además, tuvo ciertas características autoritarias y personalistas que irritaban a la oposición (durante gran parte de su gobierno fue muy difícil poder expresar ideas opositoras con libertad, la mayoría de los medios de comunicación estaban en manos del estado y los restantes sufrían permanentes clausuras, en las universidades los estudiantes protestaban por el bajo nivel educativo y la importante presencia de profesores de tendencias fascistas, y que líderes como el radical Ricardo Balbín y el socialista Alfredo Palacios sufrieron la cárcel y el exilio) es fácil comprender cómo se fue generando la crisis desatada en 1952, coincidentemente con la muerte de Eva Perón.



En 1954, estalló el conflicto con la Iglesia Argentina cuando ésta decidió apoyar a un partido Demócrata Cristiano, siguiendo las orientaciones mundiales del Vaticano. Perón se ofendió porque consideraba a su partido democrático y cristiano, y no veía la necesidad de crear otro, y actuó en consecuencia: sancionó una Ley de Divorcio, legalizó los prostíbulos y suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas. La Iglesia, por su parte, encabezó la oposición, y el 11 de junio de 1955 la tradicional procesión de Corpus Christi se transformó en una multitudinaria manifestación antiperonista. El descontento eclesiástico alentó la disconformidad militar y comenzó a prepararse un nuevo golpe cívico militar.
El primer intento golpista se concretaría el 16 de junio con el bombardeo de la Plaza de Mayo por parte de la Marina con el objetivo de matar a Perón. La acción causó más de trescientos muertos. En represalia, por la noche, grupos de peronistas quemaron las principales Iglesias de la Capital. Perón intentó parar la ola de violencia pero ya era tarde. El 16 de septiembre las fuerzas armadas tomaron el poder expulsando a Perón quien finalmente marcharía al exilio por 18 años.



Durante su exilio pasó por Paraguay y Panamá -donde conoció a la que sería su tercera esposa, Estela Martínez, más conocida por su nombre artístico: “Isabelita”-. En 1958, durante su estadía en Venezuela, llegó a un acuerdo con Arturo Frondizi, en el que se establecía que los peronistas votarían por el candidato de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) que a su vez se comprometía a legalizar al Partido Peronista, aumentar los salarios y aplicar una política económica favorable al desarrollo del mercado interno. Pero Frondizi no cumplió con el pacto, de modo que los peronistas que lo habían votado se lanzaron a innumerables paros y planes de lucha. En tanto, Perón instaló su residencia en Madrid en 1960, desde donde continuó dirigiendo la resistencia peronista y se consolidó como el referente obligado de la política argentina.
En 1964, durante la presidencia de Arturo Illia, el principal referente del sindicalismo peronista, el dirigente metalúrgico Augusto Timoteo Vandor, organizó el "operativo retorno" del general a la patria. El presidente Illia declaró: "el regreso es un problema del señor Perón, yo no me opondré". Los militares y los grupos de poder no pensaban lo mismo. Al llegar el avión al aeropuerto de Río de Janeiro, las autoridades militares brasileñas le impidieron seguir viaje y debió regresar a Madrid.
Durante la dictadura del general Juan Carlos Onganía, la resistencia popular comenzó a manifestarse violentamente, empujada por la prohibición de toda actividad política, con un pico máximo el 29 de mayo de 1969, en lo que se conoce como “el Cordobazo”. Al Cordobazo le sucedieron diversas puebladas en todo el país y la aparición de grupos guerrilleros de orientación marxista como el ERP, y de tendencia peronista de izquierda, como los Montoneros. En este clima, en marzo de 1971, asumió el poder el General Alejandro Lanusse, y proclamó su intención de restaurar la democracia constitucional y permitir el restablecimiento de los partidos políticos, incluyendo al Peronista.
Perón volvió a la Argentina por un corto tiempo en noviembre de 1972 y se negó a presentarse como candidato para las elecciones del 11 de marzo de 1973, en las que finalmente se impuso el candidato peronista, Héctor Cámpora, cercano a los sectores juveniles.
Mientras los jóvenes ligados a los Montoneros se hacían eco de la promesa de Perón de instaurar un "Socialismo Nacional", los sectores mayoritarios del movimiento, vinculados a los poderosos sindicatos y al aparato partidario, dirigido por José López Rega, secretario privado de Perón, recordaban que el líder hablaba de comunidad organizada y acuerdo social.
El 20 de junio de 1973, unas dos millones de personas aguardaban en Ezeiza el retorno del líder. Por la tarde, se produjeron graves incidentes entre los sectores de la derecha sindical y los grupos juveniles que pugnaban por acercarse al palco. Hubo un violento tiroteo con un saldo de 13 muertos y 365 heridos. Ante la falta de seguridad, Perón decidió aterrizar en Morón y dirigirse al país por televisión.
El 13 de julio de 1973, Cámpora y el Vicepresidente Solano Lima, fueron forzados a renunciar por los sectores tradicionales del peronismo. Tras un confuso episodio, asumió como primer mandatario Raúl Lastiri, presidente de la Cámara de Diputados y yerno de López Rega. Lastiri convocó a elecciones presidenciales para el 23 de septiembre. Sin comicios internos, Perón decidió que su mujer, Estela Martínez, ocupara el segundo término en la fórmula presidencial. En las elecciones se impuso la fórmula Perón-Perón por casi el 62% de los votos contra el 25% de la fórmula radical Ricardo Balbín-Fernando la Rúa.


El 12 de octubre, Perón asumió la presidencia por tercera vez. Al poco tiempo quedó evidenciado su distanciamiento de los sectores cercanos a los Montoneros al reemplazar a los gobernadores y funcionarios vinculados a ese sector del movimiento. Pero el punto culminante de este enfrentamiento se produjo el 1 de mayo de 1974, cuando el gobierno convocó a la Plaza para celebrar el "Día del Trabajo y la Unidad Nacional". Las columnas de los sectores vinculados a los Montoneros avanzaban sobre la Plaza al grito de "¿Qué pasa, qué pasa, General, que está lleno de gorilas el gobierno popular?” En su duro discurso, el general llamó a los Montoneros “imberbes y estúpidos”, lo que provocó la retirada de más de la mitad de la concurrencia. En tanto, la Confederación General de los Trabajadores (CGT), convocó a un acto para respaldar al gobierno, para el 12 de junio en la Plaza de Mayo. En esa ocasión Perón se dirigió por última vez a sus seguidores y les pidió que cuidaran las conquistas laborales porque se avecinaban tiempos difíciles. Se despidió diciendo: "Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que es para mi la palabra del pueblo argentino".
Su estado de salud era precario debido a una delicada afección bronquial. El 29 de junio de 1974 delegó el mando temporariamente a María Estela Martínez de Perón, popularmente llamada "Isabelita". Pocos días después, el 1º de julio moría Juan Domingo Perón.

De su tercera presidencia, asumida el 12 de octubre de 1973, podemos resumir que:
En materia de política interior, se intervinieron las provincias de Córdoba, Salta, Mendoza, Santa Cruz y Buenos Aires, con lo que se consiguió la destitución o renuncia de los gobernadores y su posterior reemplazo por hombres fieles.
Se decretó la prohibición de introducir en el país literatura que "difunda ideologías, doctrinas o sistemas políticos, económicos o sociales tendientes a derogar formas republicanas de gobierno" y se decretó la intervención de los canales 9, 11 y 13.
Se destituyó al rector de la Universidad de Buenos Aires, Rodolfo Puiggros nombrado durante la gestión de Cámpora y se designó para ese cargo al ex vicepresidente Solano Lima.
Las organizaciones guerrilleras continuaron cometiendo actos de extrema gravedad como el asesinato de Rucci o el intento del ERP de copar la guarnición militar de Azul. Para acabar con su accionar cada vez más osado se reformó el Código Penal, elevando las penas correspondientes a las actividades terroristas. La sanción de esta reforma originó algunos enfrentamientos dentro de la Cámara y especialmente en el bloque oficialista donde renunciaron ocho diputados vinculados a la Juventud Peronista. La reforma no contó con el apoyo de la bancada radical. Hubo manifestaciones callejeras de repudio, duramente reprimidas por la policía.
Como señalara antes, la reunión del 1 de mayo de 1974 en Plaza de Mayo fue un hecho importante dentro de la historia de este período porque marcó la ruptura entre la Juventud Peronista y los Montoneros con su líder. Estos se congregaron en el acto entonando consignas contrarias a Isabel y López Rega. Perón los criticó duramente y manifestó su respaldo a los sindicatos. Al escuchar la descalificacón del líder, los manifestantes abandonaron la plaza. Entre ellos se encontraban viejos dirigentes de la Resistencia Peronista, como Sebastián Borro y Andrés Framini. Se puso así de manifiesto el avance en el entorno de Perón del ala derecha del partido representada por Isabel y López Rega.
La política económica continuó los objetivos del gobierno anterior trazados en el Plan Trienal y el Pacto Social. Estos eran mejorar la distribución y la inversión, aumentar el nivel de demanda y disminuir el proceso inflacionario. El ministro encargado de conducir esta etapa fue José Ber Gelbard.
El Pacto Social entre trabajadores, empresarios y el Estado permitió fijar precios máximos, pero esto resulto ineficaz ya que continuó el proceso inflacionario con la secuela de desabastecimiento y mercado negro. Estallaron así varios conflictos por lo que Perón decidió convocar a una paritaria nacional, pero tampoco esto fue una solución. Se decidió entonces dar un aumento salarial del 13%, se elevó el salario mínimo y se creó el seguro de vida obligatorio, aunque se permitió a los empresarios el traslado a los precios del aumento con algunas restricciones. El proceso inflacionario siguió su curso.
La situación laboral se desarrolló en este complicado marco. La CGT estaba dividida en dos líneas irreconciliables: una liberada por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) era partidaria de llamar a convenciones colectivas de trabajo y de liberar los precios; la otra controlada por los textiles planteaba un aumento igualitario a todos los gremios. Se desarrollaron entonces varias huelgas que pusieron de manifiesto el fracaso del plan económico y el pacto social.
En materia de política internacional se recibió la visita del presidente de Bolivia, Hugo Banzer en noviembre de 1973. Perón realizó una visita a Uruguay donde se firmó un tratado sobre límites y se realizó un convenio con el presidente Bordaverry para construir la represa de Salto Grande. En diciembre la vicepresidente viajó al Paraguay donde firmó un tratado para la construcción de la represa de Yaciretá Apipé. También se firmaron una serie de acuerdos comerciales con países del bloque socialista como Cuba, Polonia y la Unión Soviética.
Entre sus últimos actos de gobierno podemos mencionar una visita al Paraguay y el encuentro con el líder radical Ricardo Balbín, a quién le manifestó se cansancio y desengaño.
El 12 de junio de 1974 habló por televisión al país y anunció la posibilidad de renunciar ante lo inútil de su sacrificio para pacificar al país, ante lo que la CGT organizó una concentración en Plaza de Mayo para manifestarle su adhesión.
El 29 de junio de 1974 delegó el mando temporariamente a María Estela Martínez de Perón, popularmente llamada "Isabelita", dando inicio a una de las etapas más terribles de nuestra historia, dejando una sociedad debilitada en múltiples enfrentamientos sectoriales y políticos.



De este relato resulta me resulta confuso encontrar cuáles son los hechos históricos que llevan al señor De Narváez a valorar como mejor la tercera presidencia de Perón frente a las dos anteriores, sobre todo la primera.


En cambio, coincido con él en que la mejor de Menem fue la tercera. Sí, esa que no llegó a ser.

Fuentes para la investigación:

www.elhistoriador.com.ar

http://www.todo-argentina.net/historia/civmil/peron/