viernes, 13 de julio de 2012

La triste y trágica historia del evasor Toselli y su malvada Presidenta


En las últimas horas la inmobiliaria de la firma Toselli & Fuentes S.R.L. ocupó mucho espacio en los medios, pero no del modo en que suele hacerlo. Pasemos a contar la historia, que tiene mucho de cuentito:

Resulta que, cuentan algunos medios periodísticos, una vez la presidenta Cristina Fernández se enojó con los empresarios inmobiliarios Rodrigo Saldaña y Jorge Toselli por haber criticado al gobierno por las bajas en las ventas de su rubro, queja que -con culpabilización incluida- había quedado registrada en una nota periodística. Cuentan los medios que el enojo de la presidenta no quedó silenciado en la intimidad, no conforme con simplemente hacerlo público, lo desató por Cadena Nacional. Y 24 horas después, cuentan los que cuentan, la AFIP dispuso la inhabilitación de la empresa inmobiliaria de la que los quejosos forman parte. Fin del cuento.



Salgamos un poco del cuento, y abramos la información. La inmobiliaria de la que estamos hablando es JT Inmobiliaria, de la firma Toselli & Fuentes S.R.L., de Jorge Toselli, Alberto Rossaroli y Rodrigo Saldaña. La sanción, que no recayó sobre las personas sino sobre la firma, consistió en el bloqueo del Código Único de Identificación Tributaria (CUIT) de la inmobiliaria, por lo que no podrá operar mientras la misma esté vigente. Se trata de una sanción que podría levantarse en forma automática al presentarse las declaraciones juradas faltantes. Y este es, justamente, el eje de la cuestión: la sanción se produjo porque la firma no presenta sus declaraciones juradas desde el año 2008.



Algunas curiosidades

A pesar de que la sanción llega como respuesta a una falta grave, TN elige hablar de “el ataque presidencial”. En su página publica que “El ataque presidencial generó la solidaridad de los colegas de Toselli. "Las declaraciones de esta inmobiliaria no hacen más que reflejar una realidad. La caída en la ventas en el semestre ronda entre 18 y 20%, y si se anualizan los datos de los últimos meses estaríamos a las puerta de un año para el sector peor que 2001", señaló Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria.” Algo que en realidad es difícil de constatar, ya que –como hemos dicho- no presentaron las declaraciones juradas a través de las cuales se pueda verificar la merma.

Clarín, por su parte, sugiere que la sanción se debe a los comentarios que publicó:  La inmobiliaria Jorge Toselli Brokers SRL –investigada por el Gobierno a partir de que su dueño comentó en este diario el parate de las ventas del sector– sufrió la suspensión de su CUIT y por eso no puede operar comercialmente.” Y esto a pesar de que reconoce que podría haber otras razones, aunque las relativiza: “Por no haber presentado las declaraciones juradas de los últimos ejercicios fiscales, según la información oficial, el organismo que conduce Ricardo Echegaray, bloqueó el Código Único de Identificación Tributaria (CUIT) de la empresa.” De paso, con esta interpretación abona a las continuas denuncias, nunca probadas, por las supuestas restricciones a la libertad de expresión y censura de la que serían objeto el Grupo y sus productos.

Lo cierto es que, detrás del relato de unas cuantas verdades, se están tratando de ocultar otras, que no conviene que salgan a la luz.



Las verdades que se cuentan son:

1.      En el comunicado por cadena nacional del miércoles 11 de julio, la presidenta relató que después de leer la referida nota periodística publicada por el Diario Clarín, le pidió a la AFIP información con la evolución comercial de la empresa, a fin de tener datos fehacientes sobre la evolución de su actividad tras las restricciones a la compra de dólares para la adquisición de viviendas, según había contado el titular de la empresa, Jorge Toselli.

2.      A raíz de esa averiguación se constató que la última declaración jurada había sido presentada en el año 2008.

3.      En razón de esto la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) le bloqueó el Código Único de Identificación Tributaria (CUIT) a la inmobiliaria, y según los tributaristas consultados tanto por Clarín como por La Nación se trata de una sanción que debería levantarse en forma automática tras la presentación de las declaraciones juradas faltantes (nada dijeron de que se trate de una medida inconstitucional).

4.      En ninguna parte del discurso la presidenta comentó algo sobre la situación del mercado inmobiliario respecto de la compra y venta de inmuebles después de las restricciones aplicadas a la compra de dólares.



Algunos ejemplos sobre el modo en que se adjetiva:

1.      Ya vimos que TN elige hablar del “ataque presidencial” que “generó la solidaridad de los colegas de Toselli” poniéndolo en el lugar de víctima.

2.      En una misma línea, para Clarínfue víctima el empresario por prestar su testimonio sobre el nivel de la actividad”. Y, sugestivamente, agrega que sus colegas (no aclara cuáles, pero los generaliza)  tildaron la represalia contra Toselli, de “inconstitucional “. No los juristas, no los tributaristas: los colegas. Hombres letrados en leyes, si los hay. Y, sobre todo, anónimos. En la misma frase usa, además, la palabra “represalia”. Y más adelante suma la idea de “escrache oficial sobre el empresario”.

3.      Por su parte La Nación publica que “apenas veinticuatro horas tardó el empresario Jorge Toselli en descubrir las consecuencias de la ira presidencial.” Y que “la acusación era que el empresario -que había aparecido el domingo pasado en una nota del diario Clarín quejándose de una caída en las ventas de propiedades como producto del cepo al dólar- habría omitido la presentación de sus declaraciones juradas desde 2007.” Sólo se trató de eso, para La Nación: simples omisiones… Grave, en cambio, le parece que la presidenta haya incurrido en “una serie de imprecisiones”, al confundir a Rossaroli  (quien aparece en la foto del diario Clarín) con Saldaña (a quien acusó de estar en falta con la AFIP). Y, sobre todo, que haya contado esto último.



Lamentablemente, como suele suceder cuando se apuran a sumarse a las críticas que hacen algunos medios opuestos al gobierno, sin asegurarse de la veracidad y completud de los datos, y sobre todo con exceso de confianza en honestidad de las interpretaciones que sobre ellos hacen, algunas voces de la oposición se alinearon a ellos:

1.      La Nación cita, entre otros, al jefe del bloque radical de diputados, Ricardo Gil Lavedra, quien habría advertido que "Fue un claro acto intimidatorio, impropio de la investidura presidencial. Este tipo de actitudes busca como efecto inhibir las opiniones contrarias a las políticas del Gobierno. Se observa, además, un pertinaz incumplimiento del Gobierno a la ley de medios que ellos tanto exaltan: esta norma contiene límites explícitos sobre el uso de la cadena nacional que la Presidenta vulnera sin tapujos."

2.      Según el mismo medio, y desde el Frente Peronista, el diputado Gustavo Ferrari coincidió: "La actitud de la Presidenta no estuvo dirigida sólo a la inmobiliaria sino a toda la sociedad, en una clara advertencia de que se utilizarán todos los instrumentos del Estado contra quien opine distinto al Gobierno. Así, se vulneran los dos pilares de la democracia: la igualdad ante la ley y la libertad de expresión”.

3.      Y citan a la siempre dispuesta diputada Patricia Bullrich, de Unión por Todos, quien sostuvo que el episodio es "gravísimo" e "incompatible con el sistema democrático"; y a  su inefable colega del GEN, Gerardo Milman, quien criticó el "abuso" por parte de la Presidenta de la cadena nacional y estimó que el Gobierno habría incurrido en una violación del secreto fiscal al develar la situación de la inmobiliaria en la AFIP.

4.      Por su parte, el jefe de bloque de Pro, Federico Pinedo, afirmó que "Es poco democrático que la Presidenta utilice la cadena nacional para agredir a un ciudadano que no comparte las políticas del gobierno.” Y su compañero del Pro, Julián Obiglio, agregó que “Estamos en el mismo camino que transitó Venezuela con (Hugo) Chávez, con más persecución a quienes piensan distinto.” Todos comentarios recogidos por La Nación.



Lo que ningún medio dice es que la no presentación de las declaraciones juradas es grave. Las inmobiliarias, particularmente, mueven montos de dinero que las hacen susceptibles de participación en múltiples formas de evasión y de lavado de dinero. Es por esto que me parece llamativo que estén tan dispuestos a salir en defensa de un evasor. Me parece particularmente llamativo que, desde los mismos medios desde donde se reclama con mayor fruición por el supuesto aumento de la inseguridad, se establezcan parámetros diferenciales entre delitos, como si los robos de guante blanco no debieran ser punibles, o al menos pudiesen ser tolerables, y no perjudicaran la calidad de buen ciudadano al que los comete. Hasta parecería que el problema no es el delito, sino la calidad de gente de quien los comete... en fin.




Quizás las cosas no deberían llamarme tanto la atención. Entre bomberos, se sabe, no se pisan la manguera; y negocios son negocios. Good show y papas fritas.