viernes, 8 de marzo de 2013

Expoagro 2013: de esto no se habla


Por Viviana Taylor

 

Mientras lo difundía por Facebook y Twitter, estuve bromeando con que mi post sobre los asistentes a la inauguración de Expoagro parecía un “post en vivo” por la celeridad con que iba actualizándolo.

Esta vez, nada de ediciones ni actualizaciones. Lo que voy a relatar merece un posteo propio, con señalizaciones y luces de colores invitando a entrar. Así que avisé: va con señalizaciones e invitaciones. Así de relevante lo creo.

Y la cosa no es para menos. Los hechos ocurrieron durante la inauguración de Expoagro 2013, a la que ya me estuve refiriendo.

Resulta que después de compartir un lunch con otros funcionarios del PRO, el inefable intendente del Municipio de Malvinas Argentinas (Conurbano Bonaerense) Jesús Cariglino, levantó su copa y pidió un brindis.

El asombro de varios de los asistentes no fue menor: el brindis pedido era por la desaparición física (sic) de Hugo Chávez.

Claro que el asombro no siempre termina en desaprobación. El asombro no es más que sorpresa por la ocurrencia de lo inesperado. Por eso, recuperados de su asombro, algunos reaccionaron con beneplácito. Y así fue como el intendente de San Isidro -Gustavo Posse- , el de Vicente López –Jorge Macri- y el cómico sojero devenido político Miguel Del Sel también levantaron sus copas, sumándose al mismo.


Lo que sus allegados comentan que hizo en privado al enterarse del fallecimiento de Néstor Kirchner, esta vez se animó a hacerlo en público. Quizás, porque el contexto de Expoagro le resulta más acogedor a sus motivaciones e intereses. Quizás, porque nadie puede engañar a todos durante todo el tiempo. Quizás porque la compañía era de su extrema confianza y eso debilitó la inhibición a la que -si no nos somete la moral ni la ética- nos aconseja la prudencia. Quizás.

Lo que sí es seguro es que este es el año electoral más honesto de todos: más allá de lo que se diga y publicite en los medios, las caretas se han ido cayendo como nunca antes; las miserias privadas se han expuesto en público de un modo sólo comparable al del menemismo, y –al menos en esto- lo ha superado. Es el año electoral más honesto de todos porque no ha quedado lugar para la excusarse en ingenuidades ni inocencias. Quien los vote, los votará conociéndolos: no sólo por lo que dicen y prometen, sino esencialmente por lo que son y hacen. Nunca antes elegidos y electores tuvieron la oportunidad de identificarse de semejante manera.
 
Por Viviana Taylor
 



 
A las personas nombradas en este posteo les envié un mensaje para pedir confirmación de la información. Si hay respuestas, serán publicadas.