Todos los caminos
conducen a …
1º Parada: Sergio Massa
Por Viviana Taylor
Sergio Massa es el 1º candidato a Diputado Nacional
por la recientemente creada agrupación política que lidera: el Frente
Renovador.
En el 4º lugar de
la lista está Felipe Solá, quien
–siendo Secretario de Agricultura del entonces Presidente Carlos Menem-
propició la entrada de Monsanto al país, violando procedimientos
administrativos, ignorando cuestionamientos de las instancias técnicas y no
realizando los análisis especificados por los distintos organismos. El
expediente administrativo que Solá firmó el 25 de marzo de 1996 fue
prácticamente redactado por la propia Monsanto: estaba escrito en inglés, nunca
fue traducido al castellano, y de los 136 folios, 108 corresponden a informes
presentados por la multinacional.
La agente de
prensa de Felipe Solá era Silvia Mercado,
quien por entonces estaba casada con el ingeniero Héctor Huergo, un pariente lejano de Ernestina Herrera de Noble, empleado de Monsanto y director del
suplemento Rural de Clarín (desde 1971) y el canal Rural (desde mediados de los ’90), quien –además- entre
febrero y noviembre de 1994 había dirigido el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA), designado por el propio secretario de Agricultura: sí, el
mismo Felipe Solá para quien trabajaba su esposa, y que sigue recorriendo los
pasillos de TN, la pantalla del canal de cable del Grupo Clarín. Los círculos se iban cerrando.
Durante la gestión
de Huergo al frente del INTA, cuenta
el ingeniero agrónomo e historiador Alberto Lapolla que “arruinó el INTA. Sin ningún tipo de escrúpulos, transfirió el capital
genético estratégico para el país a distintas multinacionales del agronegocio,
como Monsanto y Nidera. También les permitió el acceso a los archivos secretos
del organismo. Quienes estaban en desacuerdo, eran despedidos inmediatamente.
Hoy, Huergo es el máximo defensor de la soja transgénica y el glifosato”
(declaraciones al diario Tiempo Argentino). Lapolla lo conoce bien a Huergo:
fueron compañeros universitarios.
Una perlita: Huergo porta el alias de Frankestein:
se lo ganó cuando el integrante del Grupo de Reflexión Rural Jorge Rulli lo
cuestionó por las consecuencias que genera la utilización del Glifosato en las
plantas y los animales (incluidos los humanos, claro). La respuesta de Huergo
fue que “hoy la biodiversidad se hace en
los laboratorios”.
Volvamos a Silvia Mercado, la ex agente de prensa
de Felipe Solá y ex esposa de Huergo, emparentada con Ernestina Herrera de
Noble: fue quien desde el blog “El Aguijón Online” que entonces administraba,
publicó los supuestos sueldos de los periodistas de 6, 7, 8 y el de Diego Capusotto.
Una falsa información que también difundió en el programa radial de FM
Identidad “Esta lengua es mía”, en el que era columnista. Su conductor, José Benegas, es un ultraliberal que
organizó las movilizaciones en contra de la estatización de los fondos de las
AFJP: un tema que vuelve a estar en el tapete de la campaña, sobre el que a
Massa se le suele preguntar insistentemente en los reportajes que concede, y
sobre el que ha hecho un guiño a los Bancos privados en la comida que compartió
esta semana con 280 empresarios.
Benegas no sólo
fue uno de los eslabones en la cadena de difusión de estos falsos pagos: fue
también el operador de la campaña contra León Gieco y Mercedes Sosa, difundiendo
cuánto cobraban por parte del Gobierno Nacional, sin aclarar que lo
presupuestado incluía traslados, honorarios de todos los músicos, y todos los
gastos que conllevaban sus presentaciones. Una malintencionada costumbre que se
ha extendido sobre otros artistas que suelen actuar en festejos organizados por
el Gobierno Nacional, aun cuando lo hagan gratis.
Otro de los
columnistas del programa de Benegas era el ex
agente de la SIDE Edgar Meinhard, también director de Urgente 24 y columnista del portal BWN, del que también participan
el Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires Esteban Bullrich y Cecilia
Pando –la reivindicadora de la última dictadura militar y justificadora de
la apropiación de niños-.
La agencia Urgente 24 fue justamente donde
se publicó la supuesta información revelada por Silvia Mercado, y se la
difundió a través de diversas notas firmadas por Jorge Héctor Santos, el ex director de Radio Mitre, que también
escribe en Semanario de Miami, y La
Nueva Provincia.
Este último diario, de la ciudad de Bahía Blanca, está
dirigido por Vicente Massot, acusado
e investigado por su presunta participación en delitos de lesa humanidad
durante la última dictadura.
Las notas de
Santos fueron la piedra de toque para que la falsa información saltara a las
páginas de Clarín y La Nación, que la consideraron suficientemente confiable
como para citar a Silvia Mercado y su blog como fuente, aun cuando la misma
Mercado confesaba que la información no estaba chequeada y que provenía de un
supuesto mail anónimo. La piedra ya había sido lanzada, y sabemos la fuerza del
impacto que esta falsa información ha tenido, repetida hasta el hartazgo como
si en la repetición de la mentira se gestara la verdad. Incluso, ha sido motivo
de la propuesta electoral del precandidato Yamil
Santoro (Compromiso Federal), columnista de Infobae y promotor de los cacerolazos, a quien se le ocurrió que
podía ser buena idea anunciar que en caso de acceder a una banca propondría
eliminar el programa.
Los vínculos de Silvia Mercado, ex agente de prensa de Felipe Solá -4º en la lista de Massa, justo debajo de Mirtha Tundis, de quien ya hablaremos- con las operaciones de
prensa no se agotan aquí. También ha escrito como columnista para La Política Online –otro portal
vinculado a tareas de contraespionaje durante la última dictadura militar y con
la SIDE en la década de los ’90- desde donde se orquestaan operaciones de
prensa para el ex presidente Carlos Menem. Justo cuando Solá era su secretario
de Agricultura, y Mercado su agente de prensa. Justo cuando desde los medios se
impulsó el ingreso de Monsanto en Argentina, mientras desde el INTA Huergo
preparaba el terreno.
Entre Urgente 24 y La Política Online se entrecruzan directores y se entraman
relaciones con los servicios de inteligencia vinculados con la dictadura
militar y la SIDE de los ’90, pero hay más. Según cuenta el propio Meinharde,
la agencia Urgente 24 nació en la
parrilla Piegari –en Recoleta- con la invitación que le llegó de parte de
Daniel Hadad para participar en lo que llegaría a ser Infobae.com: el medio en el que, como ya vimos, es columnista Yamil Santoro, uno de los promotores de
los cacerolazos devenido en precandidato a legislador.
Por su parte, se
suman las evidencias que indican que La
Política Online estaría financiada por Francisco
De Narváez, lo que explicaría por una parte las presiones a las que se ha
visto sometido desde el Grupo Clarín
para bajarse de su candidatura a las elecciones legislativas de octubre después
de sus magros resultados en las PASO, y por otra parte su nada disimulado
sentimiento de haber sido traicionado tanto por los medios corporativos como
por Massa, quien lo desplazó de sus favoritismos y campañas mediáticas de instalación
y posicionamiento como candidato.
Pero antes de que
esto sucediera, antes de que los medios corporativos se inclinaran por Massa –un candidato que surgió en 15 minutos, como vaticinó María Laura
Santillán en la reunión semanal de ilustres en Telenoche- y cuando todavía las
preferencias eran compartidas por Mauricio
Macri y Francisco De Narváez, la
campaña ya se estaba peleando tempranamente en otros campos de batalla: el
programa de Jorge Lanata y su inefable
Periodismo para Todos. Un programa
que, desde su primera emisión el año pasado, no hizo otra cosa que bombardear
sistemáticamente los cimientos del gobierno nacional y su modelo de inclusión
político y económico. Un bombardeo que, para darle cierta similitud de
intervención periodística a la vez que disimular su cada vez menos disimulable
show de stand up y ficción periodístico-documental, requería de fuentes en las
que sostenerse. Y allí fue donde a los oficios de los ya mencionados, se les
sumó el del SEPRIN.
El SEPRIN (Servicio Privado de
Información) no es más que una “SIDE paralela”, que logró reposicionarse en
medio del escándalo que se desató en 2006 cuando un informe presentado por el
Proyecto Nacional de Seguridad Teleinformática de la Universidad de Buenos
Aires reveló que en Argentina se estaban pinchando de manera ilegal alrededor
de 48 mil líneas telefónicas y casillas de mail por día. El informe llegó el
mismo año en que Edgard Mainhard
había publicado en Urgente 24 un
mail robado de la casilla personal del ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández, y
fue en ese contexto que el SEPRIN no
quiso quedarse atrás y publicó una abultada serie de mails que se habían
obtenido mediante espionaje contra funcionarios y personajes de la farándula.
Su director, Héctor “Kolla” Alderete,
no dejó mucho tiempo la información en la web, pero usó esa información –que ya
todos sabían sin dudas que tenía- para extorsionar a funcionarios,
amenazándolos con difundir información privada si no hacían un aporte mensual a
su portal. Por supuesto que la justicia intervino: la jueza federal Sandra Arroyo Salgado ordenó varios
allanamientos contra ex agentes de inteligencia (entre ellos al ex jefe de la SIDE Juan Bautista “Tata”
Yofré –otro de los defensores de la represión militar- y al director de SEPRIN) en los que se secuestraron
armas de fuego, literatura nazi y documentación que probaba los vínculos entre
los acusados. En la casa del director del SEPRIN
se hallaron las copias de los mails hackeados.
En el informe de
investigación de Paco Larcher,
encargado por el ex Jefe de Gabinete Alberto
Fernández, para descubrir quiénes habían contratado este servicio de espionaje,
todos los nombres que aparecen de clientes interesados en pagar por los mails
de políticos y funcionarios estaban vinculados al periodismo y los medios de
comunicación: Carlos Pagni y Mariano Obarrio (del diario La Nación); los empresarios de medios Raúl Moneta y Daniel Hadad; Darío Gallo
(ex director ejecutivo de la revista
Noticias y editor de Perfil.com).
Queda claro que
estas agencias, en su rol de operadoras de prensa, actúan proveyendo a los
grandes medios de trascendidos, información falsa o nacida del espionaje, y que
los grandes medios no son inocentes en esto: las usan como fuente sabiendo su
procedencia, y sabiendo que una vez llegada allí la búsqueda por la fuente
primera, las huellas se diluyen y la supuesta verdad se vuelve incontrastable.
También queda
claro, viendo los nombres de los periodistas y empresarios nombrados, que no
ahorran esfuerzos en sus elogios a Sergio
Massa, como tampoco lo ahorran en palabras de descrédito –aunque se deba apelar a la lisa y llana
mentira… total, qué le hace una mancha más al tigre- contra el gobierno
nacional y todo lo que emane el mínimo aroma a nacional y popular.
Un caso en que una
operación de prensa en este sentido puede verse fácil y perfectamente orquestada ha sido en la supuesta
investigación de Lanata sobre los
vínculos entre Fariña, Eláskar y Báez.
Una vez caídas las pruebas, apeló a acusar por una supuesta operación de
inteligencia en su contra, que habría sido acordada por los periodistas Jorge Rial y Luis Ventura con el Secretario
Legal y Técnico de la Presidencia Carlos Zanini, aduciendo una fuente que
se volvía circular: un rumor echado a rodar por Silvia Mercado, supuestamente sostenido por el SEPRIN, que luego tomó Jorge
Lanata, cuya supuesta credibilidad era a lo que apelaba Silvia Mercado para presentarse como
confiable. Quizás habría sido mejor no hacer acusaciones: bastó acusar a Jorge Rial para que este saliera a
denunciar en sus programas de radio y televisión a Silvia Mercado como operadora de los servicios de inteligencia. Nunca
antes se lo había dicho tan clara ni masivamente. Aunque para Lanata no debe haber sido un gran
problema: como claramente ha sostenido en varias ocasiones, no considera que la
verdad sea algo que deba ser probado, y tiene todo requete- recontra-chequeado.
Volvamos un saltito atrás en la lista de Massa: a la 3º candidata Mirtha
Tundis, la columnista del Grupo Clarín especializada en materia
previsional, un ámbito en el que acusa 35 años de trayectoria y 23 como
comunicadora social “al servicio de los jubilados”.
Si bien dice haber estado siempre a favor de la estatización de los
fondos de las AFJP (y en eso se separa del Grupo para el que trabaja aunque está
de licencia, que ha hecho pingües ganancias con las mismas) también dice que
siempre lo estuvo Massa, quien trabajaba en eso cuando se fue de la
ANSES, dejándole los laureles servidos a Amado Boudou, aunque la
historia es bien otra: nos cuenta Sandra Russo en su libro “La Presidenta” que la propia Cristina
Fernández le contó que si bien Massa acompañó a Boudou para
que les explicara la propuesta, se mostraba bastante nervioso y vacilante ante
la misma. Quién sabe… quizás el “siempre”
de Tundis dura –como en la canción- sólo un rato. Y ya estén ambos
listos para volver a cambiar de idea. A una más afín a la de quienes los
patrocinan.
Pero sus definiciones –que tardaron en llegar- no se quedaron ahí. Propuso la creación de un nuevo impuesto (algo
que no sucedió durante los últimos 10 años y contra lo que Massa expresó
públicamente al manifestarse a favor de reducciones impositivas) que serviría
para financiar el 82% móvil para los jubilados.
Y, además, volver a la situación
anterior al Fútbol para Todos, en la cual por 15 años el Grupo Clarín tuvo
el monopolio de las transmisiones de la Primera División y del resto de las
categorías del ascenso, monopolio que le permitió implementar diversos sistemas
de abonos pagos para que los asociados a su sistema de TV por cable accedieran
a ver los partidos, a la vez que les pagaba precios bajísimos a los clubes a
través de contratos leoninos de extensa duración. Un monopolio que acabó con la
inequitativa competencia que su sistema de cable tenía en el interior, lo que
redundó en el cierre de muchas proveedoras del servicio, por lo que lo que en
un principio era el monopolio de la transmisión de los partidos de fútbol
terminó extendiéndose al monopolio de la provisión del servicio de cable.
Creo que dos candidatos en su lista –cual botones de muestra- alcanzan
para mostrar hacia dónde lleva el camino que se transita a través de Sergio
Massa, el candidato de los medios corporativos de comunicación.