viernes, 11 de julio de 2014

Dos mentiras de un solo tiro: Nelson Castro y Alfredo Leuco en TN


Miente, miente, que algo quedará

 

Por Viviana Taylor

Anoche –jueves 10 de julio de 2014- un extrañamente sonriente Alfredo Leuco estuvo en TN con un no menos extraordinariamente exultante Nelson Castro.

No, no estaban disfrutando de las mieles ganadas a fuerza de coraje y tesón por el equipo de Sabella. No, no estaban imbuidos de los resabios de la fecha patria del día anterior.

La risa y el éxtasis habían venido de la mano de la ausencia de Boudou para presidir la última sesión en el Senado. Y, por supuesto, abonaron sus explicaciones con argumentos que –una vez más- estaban viciados de mentiras.
Dos, principalmente.

La primera de ellas fue dirigida certeramente a explicar un supuesto retiro de apoyo del gabinete y de los militantes k al vicepresidente. Y la dispararon directamente contra su persona, cuestionando su lealtad. “Fue el más cipayo entre los cipayos”, afirmó Leuco, “un amante de todo lo americano” y –según acotó que habría dicho sobre sí el propio Boudou- “quien mejor habla inglés” entre los funcionarios. ¿La fuente que nombró? Wikileaks: donde se expusieron los cables filtrados del gobierno de EEUU sobre los políticos y gobernantes locales de casi todos los países donde tiene sus embajadas.

A ver… vayamos a ver qué se cuenta por allí. En noviembre de 2009 –según uno de esos cables filtrados por Wikileaks- Boudou asistió a una reunión con un grupo de diplomáticos de la embajada de EEUU para hablar sobre las negociaciones con el club de París.

En esta reunión, el entonces ministro de Economía y candidato a vicepresidente de la Nación, dijo que la Argentina quería volver al FMI para “retomar una relación de treinta años interrumpida en 2006” y se describió a sí mismo como “descaradamente pro estadounidense”.

Contó que le encanta esquiar en Aspen y surfear en San Diego, y que es fanático de la liga profesional de fútbol americano. En el cable también se destacó que “En la reunión, Boudou habló más inglés que en cualquier otra ocasión que lo hayamos visto”.

Cuando se le preguntó cuáles eran los planes respecto del FMI y el Club de París, Boudou contestó que el gobierno quería avanzar con ambos, empezando en el primer trimestre de 2010 por el FMI, después de un acuerdo con los fondos buitres (en el cable, por supuesto, se los llama “holdouts”).

Más allá de la tergiversación de cambiar el comentario respecto de que habló más inglés que nunca, por un inventado comentario sobre sí mismo respecto de que es el funcionario que más lo domina –que no tuvo otro valor que el de fundamentar la increíble interpretación de Leuco de que lo habría hecho para posicionarse como candidato a un cargo en EEUU- lo realmente interesante es que Leuco parece haber dejado de leer el cable que usa como fuente justo donde le conviene a lo que pretende hacernos creer.

Porque lo importante del cable no son estas afirmaciones (que, por otro lado, no son dichos textuales de Boudou, sino un comentario sobre qué hizo y qué dijo en la reunión) sino la interpretación que la entonces embajadora Vilma Socorro Martínez hizo sobre ellas.

El cable, firmado por ella, dice: “Hasta ahora, más allá de la renegociación con los holdouts, su familiaridad con los Estados Unidos se manifiesta en la facilidad con que se relaciona con sus interlocutores estadounidenses pero no en las políticas económicas que ha seguido su gobierno populista.” O sea… lo que Leuco pretende vendernos como un emblema de cipayismo, la embajada lo interpreta como puro intento de seducción para lograr los acuerdos y apoyos que el entonces ministro de economía pretendía.

Sigue el cable: “Sin embargo, se mostraron interesados en la negociación con los holdouts. El ministro detalló los pasos que tomaría la Argentina y destacó la importancia de aislar a los fondos buitre. Los describió como “ni estadounidenses ni argentinos”. Argumentó que eran inversores offshore que mantenían su dinero en paraísos fiscales y que no empleaban a nadie.”

Qué interesante habría sido que Alfredo Leuco hubiese resistido la pereza y hubiese seguido leyendo el cable, en lugar de suspender la lectura en el punto justo donde había encontrado lo que buscaba, sin avanzar sobre la oración siguiente donde todo tomaba otro color. Y habría sido interesante porque, si no hubiese sido perezoso (porque no tenemos por qué desconfiar de su honestidad) habría descubierto que este cable que cita está maravillosamente entramado con la sesión de ayer, sobre la que siguió hablando en el programa de Castro, y sobre la que se deslizó su segunda mentira.

Justamente porque la sesión en el Senado que Boudou no presidió tuvo mucho que ver con los fondos buitres: proteger los activos del Banco Central de la República Argentina de los posibles embargos que reclamen.

Detengámonos un poco en esto para entender sobre qué trató esta sesión especial, que se llevó adelante el día de ayer -10 de julio de 2014-. La Cámara alta dio por unanimidad media sanción al proyecto del Poder Ejecutivo que busca proteger los activos de los bancos centrales extranjeros ante los tribunales argentinos. Lo interesante es que el proyecto ordena a la Argentina a suscribir convenios internacionales para que los activos de nuestro Banco Central gocen de la misma inmunidad frente a eventuales embargos de tribunales de otros países. Así, en un contexto internacional en el que todos los gobiernos están mirando con temor y desconfianza a los fondos buitres y a los tribunales de EEUU, se crean las condiciones para que estos gobiernos busquen proteger sus activos firmando acuerdos recíprocos por los que nosotros logremos proteger los nuestros. Indirectamente, esto podría colaborar con atraer más y mejores inversiones, al proveerles un mayor paraguas de seguridad jurídica, ofreciéndoles una ventaja frente a otras alternativas de países donde invertir.
Boudou –que como vicepresidente de la Nación es quien preside al Senado- no asistió a esta sesión, por lo que fue reemplazado por el presidente provisional de la Cámara alta, Gerardo Zamora.

¿Cómo explicó Leuco su ausencia? Según le contó a un Nelson Castro al borde del éxtasis, los senadores oficialistas se habrían opuesto a su presencia por considerar que, a partir de su procesamiento por la causa Ciccone, carece de autoridad moral para dirigir un debate en el Senado. Sin embargo, lo que Leuco calló es que algunos senadores de la oposición ya habían advertido –en razón de su procesamiento- que si se presentaba en el recinto, obstaculizarían la sesión según cada uno decidió que lo haría: desde la amenaza de ocupar el tiempo leyendo fojas de la causa Ciccone o de que le exigirían que pida licencia en su cargo, hasta que se retirarían.

A ver, estimado Alfredo, pensemos juntos: era una sesión extraordinaria, sobre un tema estratégico, que requería de una ley urgente. Ni el oficialismo lo abandonó, como aseguraste; ni el gobierno lo escondió, como publicó Clarín. Si así hubiese sido, no habría presidido los festejos por el 9 de julio, y la misma presidenta le hubiese informado la aceptación de su licencia aunque no la hubiese pedido.

Boudou no asistió porque a veces lo mejor es dar un paso al costado. Porque esa es la actitud con que se reacciona cuando la Patria es más importante que los intereses de parte, y cuando los proyectos colectivos son más importantes que las personas que los llevan adelante.

Me gustaría concluir que nuestras diferencias de argumentos se deben a que unos y otros estamos posicionados en convicciones diferentes. Y que, desde esos prismas, es que interpretamos y actuamos en la realidad.

Pero es difícil adjudicarle la diferencia en nuestros relatos sobre la realidad a las diferencias entre nuestras interpretaciones. Es difícil porque no se puede argumentar cuando desde un lado se sostienen con mentiras.

Mentiras a las que les sobra cualquier adjetivación.

Una mentira es una mentira.

Y anoche –y sólo sobre esto- nos entregaste dos.


Viviana Taylor