domingo, 1 de noviembre de 2015

Vidal, su primer anuncio y la desmentida que nada desmiente: ¿cierra el Programa Envión?


Hechos, no palabras
¿A quién le confiarías el cuidado de tus hijos?
 
Por Viviana Taylor 
 
María Eugenia Vidal, la actual vicejefa de Gobierno Porteño y Gobernadora electa de la Provincia de Buenos Aires del Frente Cambiemos, estuvo el viernes en el Ministerio de Desarrollo Social provincial y ordenó cerrar el programa Envión.
Con esta decisión, no sólo 2.000 profesionales y educadores populares perderán su fuente laboral, sino que más de 50 mil jóvenes bonaerenses se quedan sin becas estudiantiles. De un plumazo, deja sin trabajo a 2.000 personas y empuja a la vulnerabilidad a 50 mil jóvenes que estaban capacitándose para poder trabajar.
¿La respuesta de Vidal? “El programa no es necesario”.

¿Qué es el Programa Envión?
El programa Envión fue creado con “el objetivo esencial de generar inclusión, procurando la contención, el acompañamiento y estrategias que fortalezcan su estima; que reparen y brinden oportunidades”. Según informa su página web, el espacio al que concurren los jóvenes es denominado Sede Envión. En cada una de estas sedes, además de realizar diferentes talleres y disciplinas, los jóvenes encuentran un lugar de pertenencia y el afecto de sus pares y referentes.
El programa involucra directamente a más de 50 mil jóvenes, ya sea a través de becas estudiantiles, apoyo escolar, o talleres gratuitos donde se forman en diversos oficios: electricista, gastronomía, carpintería, panadería, reparación de pc, bibliotecología, tallado de madera, producción hortícola, herrería, etc. Y ocupa a más de 2 mil profesionales y educadores populares, que son quienes los llevan adelante.
Así, el Programa Envión se centra en cuatro componentes:
·        Educación: para promover la inclusión educativa y propiciar la calidad de los procesos de sostenimiento de la vida escolar. Dicho de otro modo, es un programa que colabora en que la inclusión educativa de los jóvenes que tradicionalmente eran excluidos del sistema, no sólo puedan completar su escolaridad, sino que puedan hacerlo con calidad de aprendizaje. Justo, justo lo que el PRO/Cambiemos viene señalando como una contradicción: la inclusión con calidad de aprendizajes. Y está claro cómo promueven la contradicción para poder seguir sosteniendo sus políticas de exclusión educativa en favor de la educación privada y acusando a la escuela pública de obsoleta: anulando las estrategias que la posibilitan. No es contradictorio con lo que han venido en la Ciudad de Buenos Aires, donde han dejado durante dos años seguidos a miles de niños fuera de la escuela pública, a través de un doble sistema de cerrar cursos/grados con la excusa de baja matriculación mientras imposibilitaban la inscripción de miles de niños valiéndose de la estrategia de la inscripción on line.
·        Trabajo: a través del fortalecimiento de aptitudes y actitudes que faciliten el vínculo con el universo laboral; favoreciendo la formación técnica, brindando recursos para la búsqueda y la continuidad en el ámbito de trabajo. Este componente se dirige a la franja de jóvenes de entre 16 y 21 años. Si vinculamos este punto con el anterior, es más fácil encontrar las continuidades ideológicas que llevan al cierre de este programa: la educación técnica fue la gran olvidada de la Ley Federal de Educación de la década de los ’90, y fue sufriendo un enorme deterioro estratégicamente planificado hasta la sanción de la Ley de Educación Técnico Profesional en 2005 y de la Ley de Educación Nacional en 2006. Durante los ‘90, la obsesión por el control del déficit fiscal, por la disminución del gasto público que incidió directamente sobre el gasto social (el uso de la itálica es para indicar que estos conceptos son los usados desde esa perspectiva, pero no coincido con la idea de definirlos como gasto sino que adhiero a su consideración como inversión), la definición de un Estado mínimo no intervencionista sino subsidiario, la implementación de las políticas de ajuste y achicamiento económico, trajeron como consecuencia la profundización de una crisis estructural dramática que llevó al estallido del 2001. En este marco, el deterioro de la educación en general y de la educación técnica y profesional en particular no fue un proceso casual, sino que fue la estrategia de instrumentación de un proceso de desindustrialización creciente y del debilitamiento del sistema científico tecnológico. Tampoco es casualidad que este fuese el escenario que definían para Argentina los organismos internacionales. Hoy, aún no asumida la gobernación de la Provincia de Buenos Aires por la gobernadora electa perteneciente al PRO/Cambiemos, se vuelven a hacer presentes estas opciones en toda su obscenidad, sin esperar siquiera el resultado del balotaje del 22 de noviembre, ni la asunción del cargo para el que fue electa: María Eugenia Vidal ya está instrumentando la desarticulación en la Provincia de Buenos Aires de estas políticas públicas de preparación para el acceso al trabajo, del desarrollo productivo posibilitado a través de la educación técnico profesional, y con criterios de inclusión y equidad. No es casualidad que durante la década del ’90 la educación técnica haya sido la más castigada, como no es casualidad que durante estos 12 años de recuperación haya sido privilegiada con una inversión en relación con la planificación a largo plazo desde una prospectiva a nivel nacional y de posicionamiento a nivel internacional. Tampoco es casualidad que ahora sea la elegida para el primer golpe, ni que dé de lleno sobre los jóvenes de sectores tradicionalmente excluidos de la escolarización: justamente los más vulnerables.
·        Salud: para favorecer el acceso a la atención de la salud integral y generar procesos educativos que tiendan a producir sentidos sobre el cuidado de la salud individual y de la salud colectiva. Este componente incluye el abordaje de temas más generales y más puntuales como adicciones, salud sexual y reproductiva, entre otros. Tampoco es casualidad encontrar diferencias entre este objetivo y las políticas que en materia de Salud ha instrumentado el PRO en la Ciudad de Buenos Aires, y que viene denunciando sistemáticamente –entre otros organismos y organizaciones- el MOSA (Movimiento Sanitario Argentino), en reclamo del cumplimiento de la Ley Básica de Salud Nº 153 y la de Salud Mental Nº 448; del funcionamiento efectivo de los programas de salud sexual y reproductiva, salud escolar y reducción de daños en temas de adicciones, entre otros; por el aumento en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires de la mortalidad infantil por causas prevenibles; en favor de políticas que conduzcan a la equidad en salud… Un contexto en el que no podemos hacer caso omiso a que la Ciudad no ha vuelto a cumplir con su aporte al Hospital Garrahan (incumplimiento ya histórico por el que la Ciudad tuvo que afrontar un juicio en 2008 por el que se le embargaron bonos, y que siguió repitiéndose desde entonces, por lo que el Gobierno Nacional además de cumplir con su aporte correspondiente fue completando durante todos estos años la parte no aportada por el Gobierno de la Ciudad gestionado por el PRO, del cual María Eugenia Vidal era –desde 2007- Ministra de Desarrollo Social y desde 2011 es Vicejefa de Gobierno). Incumplimiento que ha puesto en peligro la continuidad del funcionamiento de Hospital, ya que se restringió la adquisición de equipamientos e insumos, se desfinanciaron los programas de desarrollo científico e investigación, ya no está funcionando una sala para atención de pacientes oncológicos (sí, de niños con cáncer) y se estima que se verán recortados los recursos humanos, los salarios y la propia actividad asistencial.
 
Contexto al que podemos también sumar la violentísima represión a médicos, enfermeros, familiares y pacientes del Hospital Borda que intentaban resistir la destrucción por derribo de talleres a pesar de no contar con orden judicial sino con una orden ilícita del Ministro Chaín, y la Vicejefa de Gobierno María Eugenia Vidal y el Ministro Montenegro –todos de la CABA- comandando la Policía Metropolitana.

 
 
¿Hacen falta más ejemplos?
·        Integración: ya que se trabaja desde el deporte, las actividades físicas y lúdicas, la cultura y la comunicación, para promover el desarrollo personal y el cumplimiento efectivo de derechos. Este componente trabaja sobre las potencialidades de los jóvenes, fortaleciendo sus recursos subjetivos, lo que garantiza por un lado la posibilidad de consolidar los otros tres componentes, y por otro lado su desarrollo personal con inclusión social al mejorar su autopercepción como miembros activos y valiosos de la sociedad.
Hasta el viernes, este programa estaba presente en más de 133 localidades bonaerenses, entre ellas nuestra querida San Miguel y nuestras vecinas San Fernando, San Isidro, Vicente López, Tres de Febrero, San Martín, Pilar, Escobar, Merlo, Morón, Moreno, José C. Paz e Ituzaingó. Pero en horas de la tarde, María Eugenia Vidal –la flamante y flamígera Gobernadora electa por la Provincia de Buenos Aires- se hizo presente en el Ministerio de Desarrollo Social provincial y ordenó el primer gran cambio de su gestión: que el programa Envión no continúe a partir de diciembre, cuando se haga efectiva su asunción.

Por supuesto, dada la rápida difusión del anuncio de semejante medida y la batahola provocada por las voces en contra (que seguramente la futura gobernadora no previó) María Eugenia Vidal aprovechó el espacio que le regaló en su mesa Mirtha Legrand para desmentirla tímidamente. Sin embargo, no desmintió nada: en ningún momento se refirió al Programa en cuestión, sino que negó haber dejado 2000 docentes sin trabajo y anunciado el cierre de escuelas. Una desmentida que, por otra parte, parece abrir una nueva puerta a otros territorios que cuidar: ¿vamos a tener que preocuparnos también por maestros y profesores de escuelas, y por las escuelas mismas, Mariu? ¿Esta desmentida va en el mismo sentido del lapsus "cambiamos futuro por pasado" en medio de los festejos del triunfo electoral?
 

Y desde ayer –sábado 31 de octubre al mediodía, justo 24 horas después de que comenzara a circular la noticia- también se puede leer otra desmentida que nada desmiente en la propia página de Facebook de Envión BA.
 

Tal como puede leerse, el comunicado afirma que “no hay ninguna determinación de parte de las autoridades actuales respecto de la continuidad o no del Programa”. Por supuesto: la denuncia no es contra autoridades actuales (que estarán en el gobierno hasta el 10 de diciembre) sino contra las electas, que por no ser actuales no pueden tomar determinaciones, aunque sí realizar anuncios. Anuncios de los que se anoticiaron en la propia sede del Ministerio de Desarrollo Social los talleristas que allí concurrieron el viernes, y de los cuales da cuenta a través de la red social Twitter la Ministra de Economía de la Provincia, Silvina Batakis.
 
 

Sin embargo, y a pesar de la desmentida que no desmiente, Envión BA tiene como publicación marcada –de modo que sea lo primero que se ve al entrar en su muro de Facebook- una convocatoria de adherentes para que el programa sea establecido por ley. Y lo bien que hacen.

 

Por su parte, otros miembros del frente Cambiemos ya aseguraron que habrá otras medidas focalizadas en la reducción de lo que consideran costos y no inversión social. Como indicó Mariu: “no es necesario”.                                                   
No Mariu, no es necesario. Seguramente eso le responderá a su familia cada uno de los 2 mil profesionales y educadores populares que acaban de perder su fuente laboral, y cada uno de los 50 mil jóvenes que van a ver cerrada su oportunidad de acercarse a la educación, el trabajo, la salud y la integración.
Seguramente eso le contestará cada uno de los empleados públicos que dejes sin trabajo, porque así como en la medida en que los programas y la inversión del Estado se iban multiplicando iban siendo necesarios para atender y garantizar esos nuevos derechos, en la medida en que los cierres y desinviertas van a dejar de serlo.
Vamos a dejar de serlo.
No es necesario. No son necesarios. Somos todos prescindibles.
¿Votaste a Mariu? Todavía estás a tiempo para no hacer lo mismo con Mauri.

Viviana Taylor




El programa de Responsabilidad social compartido Envión es una política púbica diseñada y llevada a cabo por el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, destinada a jóvenes entre 12 a 21 años.
El proyecto de Ley fue presentado el día 16 de junio con n° de expediente D-1696/15-16 por los legisladores de la Honorable Cámara de Diputados de nuestra provincia.
Te invitamos a que con tu firma acompañes esta iniciativa

https://www.change.org/p/sociedad-firmá-para-que-el-programa-envión-sea-ley?source_location=petitions_share_skip






Twitter: @ENVIONBA